sábado, 12 de diciembre de 2015

"Sobre la Educación en un Mundo Líquido" (Zygmunt Bauman)

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En "Sobre la educación en un mundo líquido: Conversaciones con Ricardo Mazzeo", de Zigmunt Bauman, autor de otras obras clasificadas en la materia de teoría sociológica como Vida líquida o La sociedad individualizada, el autor nos invita de nuevo a reflexionar esta vez acerca de la difícil situación en la que se encuentran los jóvenes en la actualidad, y también sobre el papel de la educación y de los educadores en un mundo que, desde hace tiempo, ya no cuenta con las certezas que confortaban a nuestros predecesores. La capacidad descriptiva de sus conceptos de “modernidad líquida”, “vida líquida”, “miedo líquido” o “amor líquido” han traspasado el ámbito de la sociología para convertirse en expresiones empleadas a menudo en los medios de comunicación, en la política e incluso en el lenguaje coloquial. Desde los inicios de Zigmunt Bauman en la década de 1970, su visión de la sociología ha reivindicado para esta disciplina un papel menos descriptivo y más reflexivo. Sus aportaciones a la conceptualización de la posmodernidad, a la qué el denomina “modernidad líquida” han sido plasmadas en diversos ensayos que le han valido el reconocimiento internacional. Bauman ha sido galardonado con el European Amalfi Prize for Sociology and Social Science en 1992 y el Theodor W. Adorno Award en 1998. En 2010 le fue concedido, junto con Alain Touraine, el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
Enfrentados al desconcierto propio de nuestra sociedad líquida, muchos jóvenes sienten la tentación de quedarse al margen, de no participar en la sociedad.  Algunos de ellos se refugian  en un mundo de juegos on line y de relaciones virtuales, de anorexia, depresión,  alcohol e incluso de drogas duras, pretendiendo con ello protegerse de un entorno que cada vez más se percibe como hostil y peligroso. Otros adoptan conductas violentas, uniéndose a bandas  callejeras y al pillaje protagonizado por quienes, excluidos de los templos del consumo, desean participar en sus rituales. Una situación que se produce bajo la mirada ciega e indiferente de nuestros políticos, y ante la que es preciso reaccionar.